lunes, 8 de mayo de 2017

Día de Pajares

En primavera se suceden procesiones y romerías con un denominador común: los campos de cereales.
En algunas se bendicen los campos, en otras se piden temporales benéficos que proporcionen buenas cosechas, o se da gracias por lo que se espera recoger.
El 25 de abril se celebra San Marcos en el pueblo de Otero de Sariegos. La misa y la procesión que se asoma a los campos, para su bendición, han tenido siempre gran protagonismo.
El pasado 1 de mayo se celebró en Villarrín una procesión para "pedir agua" por la sequía que estamos padeciendo.
Y volvieron a sonar los cánticos de siempre:
A pedir agua venimos
Rey supremo de la gloria;
todos acuden a Ti,
fuente de misericordia

Cristo de los Afligidos
De nuevo aquí nos tenéis;
por vuestra boca habéis dicho:
Pedid y recibiréis.

Agua pedimos, Señor,
por los niños inocentes;
Vos con amor del decíais:
Dejadlos que a mí se acerquen

Con sus lenguas inocentes
agua repiten, Señor,
agua y pan dadles, Dios mío,
por tu sagrada pasión.

Agua pide el justo, agua,
agua pide el pecador,
agua pide el inocente,
concedédnosla, Señor.

Échanos la bendición
con tu poderosa mano,
y con ella enviarás
agua para nuestros campos.

Y el  8 de mayo, se celebra la romería de Pajares. Tal es la importancia que tiene este día para los villarrinos, que es una de las fiestas locales del pueblo. La mayoría de los vecinos acude en procesión hasta la morada de la Virgen del Templo. Allí se asiste a misa, y después se almuerza en la campa que se encuentra junto a la iglesia; lo que convierte a esta celebrada fecha,en un día de convivencia y de oración, tan especial para todos.




















El origen lo podemos recordar por el artículo de la revista "Campos" de 1945:
El año 1743, además de la sequía, otra calamidad asolaba las tierras zamoranas, la langosta. Los vecinos de Pajares acudieron al Cabildo Catedral de Zamora, que allí cobraba los diezmos de las tierras y tenía otras posesiones, paneras, pajares, en demanda de auxilio, contra la citada plaga. El Cabildo zamorano les recibió muy dignamente y les ordenó citasen a los pueblos de todas las tierras del Pan, Moreruela y Salado para una magna reunión en sus casas de la dehesa de Salamedia el día 28 de abril de aquel año de 1783. Allí se reunieron los comisionados de los pueblos citados...
Acordaron celebrar un solemnísimo novenario a la Virgen del Templo que empezaría el 4 de mayo siguiente, novenario que correría a cargo del pueblo de Pajares, pero cada uno de los pueblos, por suerte, acudiría un día en procesión de rogativas, celebraría la misa en el Altar de la Virgen, con sermón, y luego haría la bendición de los campos con la oración contra la langosta...
Al pueblo de Villarrín le correspondió el día 8 de mayo.
Fue tal la devoción de los pueblos y tales fueron las súplicas que dirigieron a la Santísima Virgen que al segundo día de empezar la novena, la langosta huyó sin hacer daño a los montes de Quintos y las Mangas donde murió hacinada en grandes parvones.
El pueblo de Villarrín ha continuado sin interrupción a través de dos siglos cumpliendo el voto que sus antepasados formularon a la Santísima Virgen del Templo el día 8 de mayo de 1743. Los cofrades de la Vera Cruz se reunieron aquel mismo año en cabildo general y acordaron añadir un artículo a sus estatutos, el que declara obligatorio asistir a la procesión del día de Pajares, vistiendo su túnica los hermanos en Fátimas a dos kilómetros de Pajares y desde allí, descalzos y el rosario en sus manos hasata la Ermita de Nuestra Señora el Templo. Ni un solo año han dejado incumplido este artículo de sus estatutos los hermanos de la Vera Cruz desde el año 1743, ni aún el frío o la nieve que pudiera haber. A los Cofrades de la Vera Cruz se les debe acaso que se haya conservado esta piadosa tradición de ir a Pajares, tradición que otros pueblos han perdido y abandonado hace tiempo.



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